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Para mi sorpresa uno de los temas más mencionados fue ese;
¿Cómo aprender a decir no?
Y es que son muchas las razones por las que a veces aceptamos hacer cosas que francamente no queremos hacer, razones como la presión social, la presión laboral, o incluso las relaciones familiares tóxicas que llevamos durante décadas nos hacen creer que el aprender a decir no es algo sumamente complicado cuando en realidad no es así.
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Para explicar ese artículo vamos a tomar el caso particular de Nicole,
Lectora del blog cuya identidad fue cambiada para conservar su privacidad y voto en nuestra encuesta compartiendo su caso.
Ella nos comentó:
“Hola Liza verás hace algunos meses mi hermano me pidió que fuese su madrina de anillos y aunque yo estoy muy feliz porque él se va a casar, mi esposo y yo estamos pasando una situación económica un tanto difícil y no tengo idea de cómo decirle que no puedo absorber ese compromiso sin herir sus sentimientos.
Su boda cada vez se acerca más y yo me siento atrapada, no sé cómo vaya a tomar el el hecho de que le diga que no, ni cómo decirlo..
¿Algún consejo?
Y así como Nicole muchas veces las mujeres vivimos encerradas dentro de nuestra propia verdad sin la voluntad suficiente de decir no.
Por lo que hoy traigo para ustedes queridas lectoras tres pasos para hacer de este proceso algo más sencillo.
Paso número uno se brutalmente honesta.
Uno de los principales errores en los que caemos a la hora de intentar decir no, es buscar excusas e imaginar los 100,000 casos hipotéticos, esto lo único que hace además de consumir de nuestra energía mental es desgastarnos.
Ser honestas es la mejor manera de lograr crear una conexión con la persona que estamos hablando y al crear conexión la empatía se genera por naturaleza con la otra persona, haciendo que esta sea capaz de entender tus circunstancias.
El consejo para Nicole sería hablar con su hermano de la situación que está viviendo en casa y partir la conversación desde ese punto.
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Paso número dos no esperar nada de nadie.
El hecho de que creemos cierta empatía al ser honestos no quiere decir que siempre la otra persona tenga el mismo nivel de conciencia y prudencia para entender nuestras circunstancias.
Podemos esperar lo mejor pues eso, sería siempre lo ideal, pero también dentro de nosotros debe caber el consuelo de saber que si no tenemos la respuesta que esperamos al menos fuimos honestos.
El consejo para Nicole sería una vez haya hablado con su hermano esperar su respuesta y esto nos llevaría al tercer paso.
Paso número tres
Priorizar nuestros sentimientos es que es un hecho que nunca vamos a ser capaces de controlar nuestro entorno y por lo tanto las personas que forman parte de el.
El consejo para Nicole es esperar la respuesta de su hermano y en dado caso de qué la respuesta no sea lo que ella espera, mantenerse en su posición, si disculparse por el hecho de no poder afrontar ese compromiso y lo más importante no haberlo dicho en tiempo.
Pero no tomarlo por sentirse obligada a hacerlo.
Estos son simples pasos, una pequeña fórmula que bien puede darte el resultado que esperas o no.
Pero entender que el resultado ya no depende de ti, además de claro ser honesta es la primera clave para sentirse cómoda diciendo no.
Ahora cuéntanos..
¿El decir no es algo que a ti personalmente te causa conflicto?
¿Qué otras estrategias crees que podríamos utilizar para hacer de este un proceso algo menos tedioso?
No olvides que no se encanta leerte y que nunca es un mal día para probar algo nuevo.
